En una entrevista reciente, David Almacellas, un apasionado entrenador de baloncesto y psicólogo deportivo, compartió su experiencia y perspectiva en el campo. David comenzó su carrera como un individuo común que se enamoró del baloncesto y decidió convertirse en entrenador. Pronto se dio cuenta de que para tener éxito en esta área, necesitaba conocimientos en psicología. En consecuencia, se embarcó en una búsqueda educativa, completando su licenciatura en Psicología y un Máster en Psicología Deportiva.

Con más de 15 años de experiencia como entrenador, David ha dejado una huella significativa en su club de toda la vida, Seròs, donde ha construido una comunidad apasionada en torno al baloncesto. Su amor por el juego lo llevó a asumir desafíos más grandes, como trabajar con equipos de renombre, incluidos Lleida, Barcelona, Alpicat y su puesto actual en Mollerussa.

Cuando se le preguntó sobre su mayor logro profesional hasta el momento, David mencionó con orgullo haber tenido la oportunidad de entrenar en el Palau Blaugrana, el famoso campo de baloncesto del F.C. Barcelona.

En cuanto a sus fortalezas y debilidades, David se describió a sí mismo como alguien con una identidad sólida y sin miedo a los desafíos. Sin embargo, reconoció que su impaciencia es una debilidad que busca superar.

En cuanto a sus metas a corto y largo plazo, David aspira a hacer de su marca «psicodaljo» una entidad reconocida a nivel mundial. Ve el reconocimiento como una plataforma para difundir su mensaje de igualdad y respeto.

Cuando se trata de su formación y experiencia en psicología deportiva, David ha obtenido un Máster en Psicología Deportiva en Florida Universitaria y trabaja con una amplia variedad de deportistas, incluyendo a muchos profesionales y algunos en el ámbito social.

David se interesó en la psicología deportiva con el objetivo de ayudar a las personas a optimizar su rendimiento, y su enfoque principal radica en identificar las causas y consecuencias de los comportamientos para generar hipótesis que promuevan conductas más adaptativas en el contexto individual o grupal.

En su práctica, David aborda una amplia gama de problemas y desafíos, desde la ansiedad y la falta de confianza hasta la mejora del rendimiento en general. Destacó que la psicología deportiva no se centra únicamente en patologías, sino en la mejora del rendimiento.

Cuando se le preguntó sobre las técnicas y estrategias que utiliza para mejorar el rendimiento y la concentración, David destacó la importancia de trabajar en la atención sostenida en el tiempo, identificando la concentración como un elemento clave. Su enfoque implica desarrollar un plan de acción que permita a los deportistas dirigir su atención de manera efectiva para lograr un rendimiento óptimo.