La importancia de una rutina anual de cuidados estéticos, teniendo al Botox como aliado indiscutido

Es sabido que en diversas cuestiones de vida saludable y resultados a nivel físico la constancia y los hábitos son la base del éxito. En medicina estética es igual de importante la constancia, el cuidado diario de la piel, los hábitos saludables y sobre todo la visita al medico esteticista.

La Médica esteticista Victoria Codino explica que cuando reciben en una consulta a un paciente, se elabora un plan estratégico de tratamiento especial para cada paciente teniendo en cuenta su edad, necesidades, prioridades, entre otras cosas. En este plan siempre es un must el Botox, porque es quien nos quita los primeros signos de envejecimiento del rostro. Las arrugas dinámicas, que son las que se generan en nuestro tercio superior de la cara alrededor de los ojos, las famosísimas patas de gallo, las arrugas de la frente y el entrecejo. Al eliminar estas marcas lineales o arrugas, el rostro y la mirada adquieren un aire de frescura, de juventud que no es posible lograr con otro tipo de tratamientos ni de aparatología, es decir, nada reemplaza al Botox.

Se aplica cada 4 o 6 meses, donde además de revertir arrugas previene futuras. Asociamos también diferentes productos para la piel como ácido hialurónico, bioestimuladores potentes de colágeno e hilos tensores. Cada día sugerimos el uso de este producto a edades más tempranas, ya que como preventivo del envejecimiento es un gran aliado. Tiene un uso muy amplio en todo el rostro y cuello, pero también tiene usos en otras áreas de la medicina, un producto muy noble y seguro para todo tipo de pacientes. Con cada plan de tratamiento, el Botox es la primera indicación en la lista de mi plan.