La alimentación es uno de los puntos más sensibles en el proceso de recuperación de cualquier enfermedad, por eso importante es entender qué alimentos pueden contribuir a la protección contra el cáncer

Un estudio referente al cáncer de próstata y las dietas basadas en plantas reveló que, al tener compuestos anticancerígenos como flavonoides, tatinos y resveratrol, las plantas pueden contribuir a disminuir el riesgo de padecer de este tipo de cáncer. Archivo

El cáncer se ha convertido en uno de los principales desafíos de la salud pública en el mundo. En Colombia, según cifras entregadas por el Fondo de Enfermedades de Alto Costo, en 2020 y 2021 se reportaron 416.289 personas con algún tipo de cáncer. Por eso, es importante comprender que algunos alimentos y nutrientes que contienen vitaminas y minerales pueden aumentar o disminuir el riesgo de padecer esta enfermedad.

El documento del Fondo de Enfermedades de Alto Costo aseguró que la mortalidad por esta enfermedad ha reflejado una tendencia ascendente y se reportaron cerca de 33.600 personas fallecidas en el país.

La importancia del consumo responsable de alimentos radica en que existen algunas enfermedades que pueden afectar directamente al sistema digestivo como el cáncer de colon o el de recto, incluso, científicos han comprobado que la aparición del cáncer de mama tiene una fuerte influencia por el tipo de alimentos que se consumen.

Según el doctor Marcos Malumbres, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de España, los alimentos no son los culpables de la aparición de enfermedades como el cáncer, lo que puede llegar a provocar que el cuerpo se enferme es la cantidad de los alimentos que se consumen.

“No hay alimentos malos por sí mismos. Lo que pasa es que nuestro organismo está diseñado para unos alimentos mejor que otros. La foca necesita una cantidad de alimento graso que para nosotros sería tóxica”, aseguró Malumbres.

Según algunos estudios, es necesario entender qué tipo de alimentos el cuerpo está en capacidad de procesar, cuáles pueden llegar a provocar irritación que termine en problemas metabólicos y que, con el paso del tiempo, provocar daños o la aparición de enfermedades.

Por ejemplo, Marina Pollán, directora del Centro Nacional de Epidemiología de España hizo una distinción entre la carne roja sola y a la que se le ha añadido condimentos, como la que se encuentra en comidas como las hamburguesas, embutidos y otro tipo de carnes procesadas.

Según estudios, la carne procesada tiene un alto riesgo de provocar cáncer, pero si su consumo no es habitual no representa un problema para la salud, también, frente al consumo de carne roja, la doctora Pollán aseguró que: “tiene hierro y vitaminas del grupo B protectoras frente al cáncer, así que un consumo dos veces por semana se considera dentro de la normalidad”.

Otro de los alimentos que según los expertos se debe evitar es el azúcar, y aunque está presente en muchas comidas y bebidas, es un factor de riesgo importante en la aparición de cáncer. Para Malumbres, “el peligro del azúcar es que es muy adictivo, tiene mayor riesgo de obesidad y estudios recientes la relacionan directamente con tumores de mama”.

Un estudio referente al cáncer de próstata y las dietas basadas en plantas reveló que al tener compuestos anticancerígenos como flavonoides, tatinos y resveratrol, las plantas pueden contribuir a disminuir el riesgo de padecer de este tipo de cáncer.

Así lo confirmó Charlie Schmidt, editor del Informe Anual de la Escuela de Medicina de Harvard sobre enfermedades de la próstata, que aseguró que “en general, los estudios se inclinaron hacia los efectos beneficiosos del consumo de comidas a base de plantas. La mayoría de los estudios observacionales encontraron que los herbívoros desarrollaron cáncer de próstata a tasas más bajas que los carnívoros. Y el 60% de los estudios de intervención informaron que los niveles de antígeno prostático específico (PSA) aumentaron más lentamente en los comedores de plantas en comparación con los comedores de carne”.

Otros estudios han demostrado que los antioxidantes ayudan a hacer frente al cáncer por contener moléculas que protegen de afectaciones que se pueden presentar frecuentemente en el cuerpo; por eso, alimentos como el té verde, el trigo y el centeno, el tomate, el aceite de oliva, el brócoli o el aloe vera pueden ayudar a prevenir el crecimiento de proliferación de células que puedan provocar cáncer en el cuerpo.